La cuperosis es la rojez de la piel que suele acompañar a una enfermedad denominada rosácea que consiste en una dilatación de las venas pequeñas superficiales de la piel o también llamadas capilares, que afectan sobre todo a las mejillas, nariz barbilla y a veces al escote.

Es más frecuente en mujeres entre 35 y 65 años de piel blanca y que empeora especialmente con la menopausia. En los hombres, es menos frecuente, pero a diferencia de las mujeres les acostumbra a aparecer en la nariz.

Se desconoce aún la causa exacta que provoca la cuperosis, pero sí que se sabe que intervienen factores hereditarios, algunas medicaciones como los hipotensores que se utilizan para bajar la tensión arterial, factores alimentarios como el abuso del café, alcohol, tabaco o comidas donde se utilizan muchas especias. También influyen, especialmente en las mujeres, factores de tipo emocional y hormonal.

Se acostumbra a manifestar con rojez moderada o intensa que aparece especialmente con los cambios de temperatura de frio a calor. Hecho que los médicos denominan, técnicamente, el fenómeno FLUSHING (como si fuera un flash) y que acostumbra a ser muy molesto socialmente para quien lo sufre.

El tratamiento consiste en la aplicación de cremas que buscan disminuir el riego sanguíneo y a la vez disimular el color rojo intenso. Estos productos tienen una eficacia discreta y se recomienda sobre todo como prevención. El tratamiento realmente radical para eliminar este exceso de capilares es la utilización del láser vascular que cierra de forma definitiva todas las venitas dilatadas. Acostumbra a ser necesario realizar tres o cuatro sesiones a lo largo de un año para que desaparezca completamente y definitivamente. No es doloroso y puede causar pequeñas molestias durante dos o tres días después del procedimiento.

Dr. López Gil

Dermatólogo

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